viernes, 1 de julio de 2011

UN RECUENTO DE ALGUNAS EX COMPAÑERAS "PERDIDAS"

Existen algunos compañeras que estudiaron conmigo en la Carlos Septién García, de las cuales prácticamente no sé nada, por esta razón las busqué en las famosas redes sociales, encontrando solamente a tres chicas. Comencemos con ellas:

Carina Galar era una chica que recuerdo se sentaba comúnmente a las orillas del salón, tenía un aire intelectual y quizás lo conserve, recuerdo que participaba mucho en clase pero también notaba que se aburría -como todos- con algunas materias.

Cuando estuve en El Sol de México llegó a trabajar ahí, y creo que la única vez que platicamos un poco fue el último día que laboró en ese diario, donde estuvo pocos meses.

Hace algunos días me aceptó como "amigo" en su cuenta de Face, pero no hemos hablado, por lo que veo ya es toda una mujer casada y mantiene actividad laboral, como marcan los cánones de nuestra sociedad actual.

Sigue Clarita....


A Clara Castillo la recuerdo porque me dio mi primera oportunidad para ser publicado en un medio, esto fue en la revista De par en par. Hice algunos cuentos y me pagaron bien.

Después de eso, la vi en la graduación y ya no tuvimos contacto. La encontré en Facebook pero quizás ni se acuerde de mí (todavía no me ha aceptado como friend) De mi parte sigo agradecido por la oportunidad que me dio al convencer a su jefe que yo escribía bien.


Next.....




De Ivette Montalván puedo decir poco, realmente nunca la conocí, no pasamos de "hola" y adiós", aunque siempre recuerdo su gran cabellera estilo "Amanda Miguel". Cierto día allá por 1994 o quizás 1995, la encontré en el diario Reforma, creo que trabajaba en la sección de cultura. Ya no me acuerdo qué hacía yo ahí, porque nunca he laborado en ese periódico, aunque cierta vez rechacé un contrato para ser coeditor de ciudad, pero esa es otra historia.

También le pedí solicitud de "amigo" en Face, no ha existido respuesta.

Los que ni en el Face...

Claudia Barriguete siempre se me hizo una niña muy inteligente, pero parecía que le daba pena mostrarlo. Siento que la mayoría no estuvimos interesados en conocerla, porque simplemente se cerró a su mundo o su limitado círculo de amigos.

Recuerdo mucho su anécdota cuando fue a Nueva York; cuando lo contó me imaginé todo el bullicio que tiene esa gran ciudad, la cual fue bombardeada en 2001 por dos aviones secuestrados por musulmanes locos.

La que sigue...

Marina Rosado Hernández fue otra ex compañera que para mí siempre fue un misterio, sentía que hacía todo lo posible para esconderse de la mayoría, como si guardara un secreto que no debía contarse a nadie.

No se ni cómo o por qué, pero una Navidad en 1996 me habló a mi casa, para desearme felices fiestas, yo sentí muy bonito que lo hiciera, porque en la escuela casi no tuvimos contacto. Quedamos de vernos pero eso nunca sucedió.

De hecho, un año después me recomendó a un baterista para mi banda que me quedó mal, ya que no llegó a la audición, Marina me habló después para disculparse, y desde ese 1997 jamás supe algo de ella.


Continuamos...

Perla Téllez tenía un carácter excéntrico e irreverente. Recuerdo que alguna vez contó que fue vocalista de una banda de rock. También se desnudó en unas fotos que hizo para una materia, esas imágenes hicieron historia. (Se las hubiera pedido o se las hubiera robado).

Tras finalizar la escuela, un maestro me dijo que escribía en periódicos sensacionalistas. Y otra leyenda sobre ella dice que se fue a vivir a Italia y ahí se casó. Esperemos que donde quiera que esté, le vaya muy bien.

De los siguientes no recuerdo el apellido...


Magda
era ya toda una muchacha responsable con tarjetas de crédito. Trabajaba y estudiaba al mismo tiempo. Fui en ocasiones a realizar trabajos de equipo a su departamento en Tlatelolco.

Siempre hablamos de trabajos, es decir, pláticas aburridas. La última vez que la vi estaba recursando una materia en la tarde, allá por el 97. Curiosamente no se había dado cuenta que había reprobado y por eso no pudo graduarse oficialmente en 1994, como todos.



Rebeca vivía en el mismo municipio que yo, y en una colonia que estaba cerca de la mía, pero desde que salimos de la escuela jamás supe algo de ella.

Las pocas veces que entablé comunicación con ella me la pasé bien, era agradable, y no tenía malicia. Aunque siempre sentí que no hizo amistad entrañable con algún grupo en específico. Igual donde quiera que esté, le deseo lo mejor.

Olivia fue amiga entrañable de Érika y Socorro, pero en la actualidad ni ellas ni yo tenemos alguna información de qué pasó con su vida.

Igualmente pocas veces hablé con Olivia. Lo último que se supo de esta mujer fue que se casó con un novio que quería mucho, esperemos que tenga muchos hijos.

De Isabel sí me acuerdo de su apellido...


Isabel del Ángel Negrete se pasó a la tarde porque ya no aguantaba estar en el turno matutino, por... (si más o menos saben algo, no se los voy a confirmar).

A mí en específico me dolió mucho que se fuera a la tarde, porque en ese momento nuestra amistad era profunda, no había secretos entre nosotros. Después de la escuela seguimos frecuentándonos, hasta hicimos un trato que no se cumplió, que consistía en que si llegábamos ambos a los 30 años solteros, nos casaríamos, pero precisamente conoció a su esposo años antes de llegar a las tres décadas, yo sigo soltero.

Me divertí mucho con sus anécdotas cuando estuvo en Inglaterra, luego llegó a México y se desarrolló impecablemente en el periodismo de la industria automotriz.

En 2006 planeábamos vernos, pero luego ya no tuve contacto con ella, simple y sencillamente se desapareció de mi vida. No sé nada de Isabel, ni en Face ni en Twitter, ni en los decadentes Hi5 o Myspace la he podido encontrar.

Simplemente se fue y no sé por qué se fue de mi existencia. Espero que ya tenga un hijo o más como deseaba, pero si por alguna razón está sola, le recuerdo que YO TODAVÍA ESTOY SOLTERO.

Un man....


Rubén
, el mayor del grupo, y con quien charlé pocas veces,siempre me pareció un buen tipo, aunque algunas damiselas del grupo se quejaban mucho de él porque supuestamente las acosaba sexualmente, algo que pienso se convirtió más en un mito que en una realidad.

Ya siendo reportero, llegué a cubrir la Secretaría de Seguridad Pública, y él trabajaba en esa dependencia en el mismo puesto en que yo me desarrollaba. Hablábamos de trabajo y también me preguntaba insistentemente por Isabel, quien fue su novia brevemente. Espero que ya no pregunté por ella y tenga en la actualidad una familia con muchos chilpayates.

Otras...


Tampoco podíamos dejar atrás a Angélica, quien nunca supe dónde vivía, nunca supe si tuvo novio, sólo sabía que era muy amiga de Laura, de quien tampoco sé nada, aunque la última vez que la vi fue como en 1996 en el Crown Plaza, yo me dirigía a cubrir una rueda de prensa y ella salía de desayunar con unos amigos, nos saludamos y ya.

Verónica, quien se juntaba con Yahalí, Rosy, Claudia, Marcia, etc, la recuerdo porque era la única de ese grupo de amigas que cuando me veía cerca de "la güerca", comenzaba a hacerme burla de que me gustaba, no platiqué mucho con ella personalmente, pero todavía la rememoramos.



Diana
, quien tenía acento norteño como Marcia, igualmente recuerdo que siempre estaba de buen humor y fue la más neutral del grupo, sin chismes, escándalos, y siempre te regalaba una gran sonrisa.

En la reunión de ex alumnos del 2003 la volví a ver, pero no hubo oportunidad de hablar con ella. Cómo olvidar que cargó heroícamente mi pastel de cumpleaños, cuando con otras amigas se quedó encerrada en un elevador.



Tampoco se puede ignorar a Adriana, con su ironía y su visión del mundo tan aguda, después de la escuela nos frecuentamos un buen rato, pero luego le perdí la pista. La última vez que la vi me comentó que había dado clases en la Septién, y obviamente no se le escaparon varios chismes bastante interesantes.

Recordemos también a Gisela, con quien tuve casi nula comunicación y quizás por eso cuando la encontré por 1997 en el elevador de la agencia Notimex, no me habló y yo opté por lo mismo. Luego me enteré, y no sé por quién, que tenía varios problemas de salud por la diabetes que padecía, espero sinceramente que esté mucho mejor.


Por último me viene a la memoria Leitza, que siempre se sentaba hasta enfrente del maestro junto a Marielena y Georgina. Igual que con Ivette, nunca pasamos de un saludo respetuoso.

Y creo que ya no me falta nadie más de "las perdidas".